martes, 24 de marzo de 2015

¡EL MUERTO QUE VOS MATÁIS…!


Jesús Zambrano Grijalva 
Después de que el PRD decidió sus listas para diputados de representación proporcional  y que no incluyó a Marcelo Ebrard y a René Bejarano, no han faltado quienes han pronunciado un “adiós al PRD”, un réquiem, augurando que el partido va al abismo, al fracaso, porque estos personajes aportan muchos votos y que el PRD está firmando su sentencia de muerte.

No es la primera ocasión que lo escuchamos. Más de una vez nos han sentenciado al sepulcro. Y más de una vez hemos demostrado que el PRD es mucho más que las renuncias de algunos personajes, por más  reconocidos que sean.  Hoy ante la inconformidad del ex Jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, luego de que renunciaron Cuauhtémoc Cárdenas y Encinas, culpan al equipo principal de la dirección nacional, Nueva Izquierda, de esas defecciones.

Pero se olvidan de que antes, cuando Cárdenas era Presidente del PRD, renunciaron  José Woldenberg y Jorge Alcocer. Y cuando Porfirio Muñoz Ledo presidía al PRD se fueron entre Rincón Gallardo y varios viejos comunistas fundadores del PRD. Y luego, con Amalia García al frente, se fue Porfirio Muñoz Ledo al PARM, y luego al PAN. Y algunos anunciaron que el PRD se desmoronaba.

Ah! Pero ahora que otros personajes amenazan con irse, estando el PRD bajo la conducción de Carlos Navarrete, virulentamente dicen que ahora si es la catástrofe.

Cuando en agosto de 2012, después de las elecciones presidenciales, AMLO se separó del PRD para formar un partido que fuera de su propiedad, MORENA, muchos “analistas” dijeron que habría una desbandada, un desfondamiento del PRD. Pero solo se fueron dos o tres legisladores con él. Cierto que la consecuencia fue una división de la izquierda mexicana, cuya unidad tantos esfuerzos nos costó construir a quienes venimos de décadas de luchas anteriores a PRD. Y hoy estamos en la disputa de los votos de un electorado que ha votado por la izquierda durante muchos años.

¿Qué se discute y ante qué estamos hoy, en el espectro del movimiento progresista y de izquierda?

En primer lugar, en la disputa por la Nación. Por hacer realidad un proyecto diferente al neoliberal, que no funciona, que tiene a México en la tragedia, y que urge cambiarlo.

Y, en segundo lugar, nos encontramos ante dos tipos de propuestas sobre cómo lograr ese cambio de rumbo.

Por una parte, los que postulamos que una verdadera oposición de izquierda debe ser aquella que sin abandonar la defensa de sus principios, plantea un modelo económico que privilegie la inversión productiva, el crecimiento y la generación de empleos; que defienda lo público y la propiedad nacional por encima del interés privado, con justicia social y respeto a los derechos humanos y libertades individuales.

Lograrlo con métodos pacíficos y democráticos, aprovechado los espacios  de gobierno y legislativos que hoy tenemos, y hacerlo junto con la sociedad. Dialogando y construyendo acuerdos.

Y, por otra parte, los que como MORENA, Ebrard, la CETEG y los grupos guerrilleros, a su manera, postulan que la verdadera oposición “de izquierda” es la que dice no a todo. Que identifican el diálogo y el acuerdo con “los otros” como si fuera traición. Y que padecen el síndrome de Nerón: se frotan las manos esperando el incendio del país para luego, dicen, reconstruirlo desde las cenizas.

El PRD, que plantea una reforma radical, una revolución democrática dentro del marco de las instituciones, no va a morir ni mañana ni el 7 de junio. Los millones de militantes del PRD en todo el país son mucho más que unos cuantos personajes.


Podrán los forenses de la política seguir haciendo nuevas autopsias al PRD. Pero el 7 de junio les diremos: “el muerto que vos matáis, goza de cabal salud!”.

(BLOG Nueva Izquierda /Jesús Zambrano Grijalva  jueves, 19 de febrero de 2015)

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