Congreso Nacional de Nueva Izquierda para
iniciar la reflexión y debate
Por la transformación del PRD: Una nueva propuesta programática, una nueva
estrategia, una nueva organización y una mejor institucionalidad
Octubre del 2012
SOBRE LA COYUNTURA
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Nuestro
partido ha convocado a la realización del XIV Congreso Nacional. La
convocatoria no podía ser más oportuna pues en relativamente poco tiempo han
ocurrido cambios muy importantes para el futuro de nuestro país y de la
izquierda: Sucedió, por ejemplo, la segunda alternancia en el Ejecutivo
Federal, la izquierda en su conjunto logró en las pasadas elecciones un
importante caudal de votos y la determinación de AMLO de convertir a MORENA en
partido político.
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Quedó atrás
la expectativa del PRI de un presidente con un fuerte apoyo popular y el poder
de la mayoría absoluta en el Congreso; los electores decidieron negar al
Ejecutivo la mayoría en el Congreso, lo que ocurre por sexta ocasión
consecutiva. Para que prosperen las iniciativas de reforma legal, no solo las
del ejecutivo, sino las de todos los partidos políticos, se debe recurrir
necesariamente a la negociación y colaboración entre fuerzas políticas. Así las
cosas, el PRI tampoco podrá dominar los órganos de gobierno de las cámaras, ni
tendrá libertad para integrar órganos del Estado que elige o designa el
Congreso. En todos estos casos estará obligado a negociar con el resto de los
partidos en el Poder Legislativo.
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El PRI será
primera minoría en ambas cámaras. En la de Diputados, el PRI obtuvo 157 diputados
de mayoría y le fueron asignados 50 por el principio de representación
proporcional; con 207 diputados le faltan 44 para tener por si solo el 50%+1
necesario para la aprobación de las leyes ordinarias y 126 para obtener la
mayoría calificada de dos tercios que requieren la reformas constitucionales.
En el Senado tiene una posición más cómoda pero tampoco logró la mayoría. Con
52 senadores constituirá la primera minoría pero le faltarán 13 votos para la
aprobación de sus iniciativas de ley y 33 para las constitucionales. Esos 13
votos no se los podrán dar el PVEM y el PANAL —supuestos aliados naturales— ya
que juntos suman únicamente 10.
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Existe la
percepción acerca de que Enrique Peña Nieto (EPN) pueda llevar a cabo un
gobierno de derecha y conservador y desde luego esa es una posibilidad real.
Analizando su trayectoria política, se puede observar que EPN es, lo que podría
llamarse, un “desideologizado”: No ha sido un convencido del “nacionalismo
revolucionario”, tampoco es del grupo “nuclear” de los “Think Tank” del
fundamentalismo neoliberal mexicano; no es, ni siquiera, un liberal clásico.
Más bien, su priismo es resultado de identidades personales, familiares y de
una cercanía pragmática con algunos lideres de grupo Atlacomulco, especialmente
con Arturo Montiel ex Gobernador del Edo de México.
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Existe, con
EPN en la Presidencia de la República, el riesgo de la restauración del viejo
régimen presidencialista, antidemocrático y autoritario. Este riesgo se
presenta, precisamente, por el pragmatismo que lo guía, las presiones que
ejerce el viejo priismo y las conveniencias de varios grupos de poder económico
para afianzar o restablecer privilegios.
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Por ello
mismo, también es posible que EPN y su círculo cercano busquen presentarse como
un gobierno que deba ocupar el espacio “ideológico” de un centrismo pragmático
y reformador especialmente en aspectos como el energético y los fiscales. Es
muy probable que la agenda del gobierno de Peña trate de situarse en ese
centrismo pragmático, con un doble efecto: situar al PAN más a la derecha y
desplazar al PRD más hacia la izquierda. Este es el escenario que buscarán, el
que les sirvió durante décadas para mantenerse en el poder y el que les
permitió regresar a este.
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La debilidad
en que se encuentra el panismo y el activismo de sus propios extremistas podría
contribuir al éxito de tal estrategia desde el nuevo gobierno, es decir, de
aplicar ese “centrismo pragmático” y supuestamente “modernizador”.
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El PRD -como
nos encontramos ahora- seguiría siendo, desde una visión estratégica, “útil” a
los planes de EPN. Sea por el rechazo a las irregularidades electorales, o por
nuestro anti panismo genético, nuestro sistémico oposicionismo, por la carga
caudillista que nos encorva, en síntesis nos quieren empujar—y nosotros contribuimos
a ello—hacia un inútil y anacrónico “ultra izquierdismo”.
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Aun siendo
la izquierda la segunda fuerza electoral, podemos dilapidar—nuevamente—la gran
oportunidad que nos dio la ciudadanía al colocarnos con su voto, en una
favorable circunstancia, en el espacio de una centroizquierda progresista y
reformadora, que es, precisamente el espacio, desde donde ahora se accede al
poder en la mayoría de los países; en el espacio desde donde se ganan las
simpatías de los sectores claramente mayoritarios, de las amplias clases
medias, de los jóvenes, de los indecisos, de los sectores sociales que son los
decisorios para ganar los comicios.
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Las
circunstancias políticas (debilidad de Peña, derrumbe del PAN, voto mayoritario
hacia el cambio progresista, búsqueda de AMLO de su propio registro, buena
presencia perredista en territorio, cinco gubernaturas de izquierda, etc.) nos
dan la oportunidad de proyectarnos como partido de gran visión y, sin embargo,
no nos atrevemos a aprovecharla.
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Difícilmente
se nos presentara esta situación nuevamente, pero nos invade la duda para
actuar con decisión y con la audacia indispensable.
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El PRD se
debe de convertir en un núcleo de vanguardia, no en el sentido ideologizado del
término, sino en el sentido de ser una fuerza innovadora que tome oportunamente
la iniciativa de forma creativa y no reactiva, atrayendo a las demás fuerzas de
izquierda que tienen convicción democrática y un genuino deseo de transformar
profundamente a nuestro país.
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Para lograr
lo anterior, el PRD necesita ser una oposición que sepa actuar como
interlocutor de la ciudadanía ante los otros poderes políticos y económicos;
que sepa conciliar y negociar en favor del país y la gente, siempre respetuoso
de la legalidad; plural y abierto a la sociedad, articulado y coherente en el
discurso; en sincronía intelectual con las izquierdas modernas del mundo e
identificado tanto con la igualdad social como con la libertad y la democracia.
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Por ello
urge al PRD superar los dogmas y la ceguera cortoplacista de intereses particulares
y mezquinos para convertirse, en un breve plazo, en un partido de gran visión.
Esta perspectiva debe estar basada en una clara estrategia electoral 2013-2018;
en una clara definición y en un actuar de partido progresista y democrático,
con un programa alternativo de transformación nacional y una innovadora y
efectiva estrategia de comunicación política.
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La acción de
la izquierda durante treinta años logró avances hacia la democracia en la
esfera de lo político-electoral; en la pluralización de órganos de gobierno y
en la constitución de órganos autónomos; fue exitosa para acabar con el
monopolio de la representación política y los privilegios que ello acarreó para
el poder presidencial; pero no tuvo el mismo éxito en poner limites a la
influencia de grupos de poder paraestatales. Los poderes fácticos han
permanecido intocados y han logrado mantener un espacio público lleno de
privilegios y, por tanto, preservar una sociedad con terribles desigualdades en
lo jurídico-legal y desde luego, en lo económico y social.
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La
alternancia en el Ejecutivo federal significa el riesgo de la regresión
autoritaria del PRI y la profundización de las políticas neoliberales, pero al
mismo tiempo existe el desafío para la izquierda de consolidar la fuerza
alcanzada en las elecciones federales del 2012, construir una alta
competitividad para las elecciones del 2015 y disputar la Presidencia de la
República en el 2018.
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La
determinación de AMLO de convertir a MORENA en partido político plantea al PRD
grandes retos, pero mayores oportunidades. En 2015 las izquierdas competirán y
es correcto que se distingan unas de otras, sin demérito de la deseable unidad
que tres años después deberán construir alrededor de un solo candidato
presidencial.
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En la
actualidad, el PRD vive una paradoja: Está fortalecido política y
electoralmente en el conjunto del país al mismo tiempo que cuenta con una débil
organicidad interna y una desigual implantación territorial (fuertes en el
centro sur y en extremo débiles en el centro norte del país).
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A pesar de
convocar a la formación de su propio partido, el peso político de AMLO sigue
siendo de gran influencia en nuestras decisiones: El PRD continúa en la disputa
de su propia autonomía.
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El partido
ha avanzado en su cohesión, pero aun persisten grandes diferencias entre las
corrientes políticas a su interior. Existen diferencias conceptuales
(principios, programa, línea política) y tácticas (organización y
funcionamiento interno, alianzas electorales y parlamentarias).
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La
presidencia del partido se mantiene solida. Sin embargo, existen dificultades
en el funcionamiento de los órganos colectivos, especialmente en los autónomos
y aquellos encargados de definiciones para la organización y funcionamiento
interno.
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A la par de
un fenómeno de autonomía de las corrientes respecto a la dirección del Partido,
existen y se profundizan procesos de disgregación, dispersión y fragmentación
entre las propias corrientes.
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Se observa,
con claridad, un funcionamiento del partido vía el trabajo propio de cada una
de las corrientes. Casi todas actúan como “protopartidos” dentro del PRD, es
decir; tienen organicidad propia, destinan recursos para su propio trabajo,
cuentan con planes de desarrollo propios, así como direcciones y objetivos
igualmente propios (que no son, frecuentemente, los determinados por la
dirección nacional del partido). Estos protopartidos actúan con relativa
autonomía en las cámaras y tienen sus propios planes de desarrollo. Esta
situación es más aguda en las entidades en donde hay debilidad o de plano
ausencia de direcciones estatales, lo que en muchos casos propicia un trabajo
político excluyente y sectario.
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El
reconocimiento de esta realidad debiera convencernos de adoptar medidas
radicales de transformación de las actuales formas de organización y de las actuales
formas de convivencia internas, ahora, deterioradas al extremo.
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A México le
es indispensable una izquierda fuerte para terminar las desigualdades y
combatir los privilegios, una izquierda democrática, libertaria y tolerante que
se convierta en opción de gobierno progresista y en oposición propositiva,
responsable y útil para el País. Una izquierda que asume que las soluciones a
los grandes problemas de la nación no podrán surgir unilateralmente, sino
buscando acuerdos con los diferentes, que permitan la concertación de
propuestas viables y la construcción y aplicación de políticas de Estado.
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La izquierda
mexicana ha contribuido en la construcción de nuestra germinal democracia y
hemos sido usufructuarios de esa nueva realidad. En la próxima legislatura
conformaremos la segunda fuerza en la Cámara de Diputados y tercera fuerza en
el Senado. Gobernamos al DF desde 1997 y hemos gobernado estados como Baja
California Sur, Tlaxcala, Zacatecas, Guerrero, Chiapas y ahora mismo gobernamos
en Morelos, Tabasco, Oaxaca, guerrero y de nueva cuenta en la capital de la
República, además de infinidad de ayuntamientos y de una amplia presencia en
los Congresos locales.
SOBRE EL ACUERDO POLÍTICO NACIONAL
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Para
responder a las exigencias de la nueva realidad requerimos concertar, con todas
las fuerzas políticas y con los principales actores económicos y sociales del
país, un Gran Acuerdo Político nacional para avanzar hacia una nueva
institucionalidad democrática, libertaria e igualitaria que ponga en el centro
de su atención mejorar las condiciones de vida de todas y todos los mexicanos.
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El
electorado volvió a dividir su voto. Evitó que el poder se concentrara. Ordenó
que los partidos y los poderes se pusieran de acuerdo. Y como en el pasado
inmediato, el próximo gobierno no podrá resolver los problemas de México si no
contribuye a la realización de Un Acuerdo Nacional con el propósito de
encontrar, con todos, las formas y los contenidos para desarrollar la
democracia efectiva, para resolver los grandes problemas sociales y económicos
que afectan a todo el país, para promover el combate a las prácticas
monopólicas, a los privilegios fiscales, para conciliar intereses en un nuevo
pacto como base de una prosperidad duradera y compartida por todas y todos.
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Para hacer
posible ello es indispensable a su vez la aceptación del pluralismo social y
político del país; que implica reconocer no solo la existencia de diversidad de
intereses, sino también la necesidad de hacerlos compatibles en razón del
interés superior del país y su gente. Las alternativas que necesita el país,
deben ser construidas desde la pluralidad nacional que se expresa en los
diversos pensamientos, en la amplia multiculturalidad, en las diferentes
actividades económicas e incluso desde los diversos intereses genuinos. Ninguna
solución para la problemática del país puede surgir de la exclusión, el
sectarismo, la imposición, la arrogancia o la confrontación. Buscamos
representar a la grandes mayorías, pero promoviendo y defendiendo los derechos
de las minorías.
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La salida a
la crisis no se encuentra en el rompimiento del tejido social, ni en el
menoscabo de los valores democráticos como el sufragio libre, tampoco en el
descrédito a la ley, en el deterioro de la política, en el rechazo a los
partidos políticos y menos aún, en el socavamiento del poder estatal.
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El PRD debe
dar un impulso decidido y sin titubeos a la construcción y concertación de
grandes acuerdos políticos, económicos y sociales, por vía de los partidos y a
través del espacio parlamentario.
GOBIERNOS Y OPOSICION UTILES PARA EL PAÍS
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El futuro de
nuestra democracia depende, cada vez más, de saber gobernar en el
reconocimiento de la pluralidad, de compartir decisiones con fuerzas que a
menudo resultan incómodas. Esto es cierto tanto en el ámbito federal como en
los ámbitos locales. Por eso mismo estamos convencidos de que la diversidad
política no debe ser vista como obstáculo que haga imposibles los acuerdos y
las reformas que le hacen falta al país. La pluralidad, por el contrario, es
campo fértil para concertar entendimientos que terminen con la incertidumbre y
que den un rumbo de desarrollo y prosperidad a la Nación.
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Superar los
dogmas ideológicos es un requisito indispensable para la formación y
mantenimiento de un acuerdo político estratégico. El reto es innovar, formular,
negociar, acordar—sin menoscabo de principios vertebrales—a partir de
reconocernos en nuestras diferencias pero, necesariamente también, en las
coincidencias.
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Un gobierno
y una oposición que le sea útil al país y a la gente, deben comprender la
necesidad de encontrar agendas que les sean comunes pero sobre todo que ayuden
a superar los grandes rezagos que tiene México. Y por ello la conveniencia de
un trabajo político-parlamentario que aborde una agenda de políticas públicas
en donde se encuentren las legítimas propuestas de los partidos pero sobre todo
se hagan explicitas las necesidades del país y de la ciudadanía. Los partidos,
desde luego, deben defender e impulsar sus respectivos programas pero ello no
debe hacerles olvidar las exigencias de las electoras y electores mexicanos.
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El
parlamento es el espacio natural para exponer, cada partido, sus propuestas y
programas; para exponer sus diferencias; pero también para encontrar las
posibles coincidencias. En sentido contrario la vieja formula del
presidencialismo mexicano busca imponer un mayoría, así sea tan frágil como la
que actualmente tiene el PRI y ello en la inercia destructiva de ignorar a las
oposiciones y despreciar en mandato ciudadano de un gobierno dividido. Los
regímenes presidenciales parten de la lógica del triunfo de mayoría simple que
opera muy bien en países con pocos partidos políticos. Pero no ocurre lo mismo
en aquellos donde las fuerzas partidarias se dividen en varios frentes.
Giovanni Sartori ha dicho que el presidencialismo “digiere” mal esa
multiplicación: los acuerdos se dificultan mucho, los ejecutivos se debilitan,
las acciones de gobierno se atascan.
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Hay otro
agravante en el anacrónico presidencialismo: el que gana se lleva todo y el que
no gana, asume, que pierde todo. Así es el principio mayoritario absolutista y
ello provoca dos consecuencias graves: la polarización cada vez mayor del
discurso y el alejamiento de la responsabilidad de gobierno. Los de afuera, los
opositores, no tienen ningún incentivo para que el gobierno camine y le vaya
bien al País. Por el contrario, mejor para la oposición irresponsable entre
peor le valla al País.
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Los acuerdos
son un medio para superar la parálisis en asuntos de fondo que vive México. Por
ello creemos que nuestro partido podría promover la conformación de un gran
Acuerdo Político Nacional.
LA ESTRATEGIA ELECTORAL DEL 2013 EN RUTA AL 2018
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Un cambio
conceptual de este calado al interior del partido, necesariamente, debe
complementarse con una estrategia política que enfrente, por un lado, cualquier
intento de restauración del viejo régimen priista; y por el otro, que se ponga
al frente en la búsqueda de respuestas viables y progresistas a la grave
situación del país; y en consecuencia encare la necesidad de proyectar al PRD y
a otras fuerzas de izquierda, unidas en un Gran Frente Amplio, como la próxima alternativa de
gobierno federal en el 2018 y en otras instancias y niveles de gobierno. Es
decir; el llamado a la conformación de una nueva etapa de la unidad más amplia
de las izquierdas, de todas, sin exclusiones, sin sectarismos. El llamado a la
conformación del bloque de los partidos, organizaciones y ciudadanos y
ciudadanas de pensamiento democrático, progresista, de izquierda.
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Uno de los
objetivos generales de las elecciones en 2013, consiste en lograr la percepción
en la opinión pública, de que al PRI, a pesar de triquiñuelas se le puede
derrotar. Es cierto que en el ámbito local y municipal los priistas son la
primera fuerza política nacional, gobiernan 21 entidades y son el partido que
encabeza más gobiernos municipales. Pero para construir nuestra competitividad
en el 2015 y el 2018 es indispensable revertir esa dominancia del PRI mediante
estrategias novedosas y creativas.
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Los
objetivos generales del PRD deben combinarse con los objetivos particulares que
establezcan las dirigencias partidarias en cada una de las entidades. Hay que
capitalizar la fuerza que ahora tenemos, promover nuevas correlaciones de
fuerzas que sean favorables al crecimiento de la izquierda y que incluso puedan
comprender, con un análisis especifico en cada elección, las alianzas con otras
fuerzas de izquierda y con partidos que se opongan a la regresión del régimen
priista o a una renovada hegemonía autoritaria.
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Para las
elecciones en puerta debemos, cuando las condiciones políticas y los tiempos
legales lo permitan, incorporar en la legislación electoral normas para
garantizar certeza y legalidad en los comicios e impedir que el PRI introduzca
reglas electorales inequitativas, que dividan a la oposición y que atropellan
el pluralismo.
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Podemos
derrotar cualquier intento de restauración o de absolutismo priista mediante
amplias alianzas con los partidos de izquierda, con las fuerzas democráticas y
progresistas conformadas por partidos locales, ONG`s, organizaciones sociales,
redes sociales; jóvenes, intelectuales y empresarios e incluso con el PAN en
donde, programática y políticamente sea posible.
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Hay
experiencias positivas recientes como las de Oaxaca, Puebla y Sinaloa,
Guerrero, pero también las hay negativas como en Estado de México y Nayarit.
Una buena estrategia para 2013 debiera ser impulsar grandes frentes ciudadanos
que pugnan por cambios democráticos y sociales y a los cuales el PRD y otros
partidos podemos servir como vehículos electorales. No se trata de simples
alianzas entre partidos; se trata de que los partidos seamos útiles a las
grandes y plurales coaliciones ciudadanas. Debemos abrir el partido a esas
coaliciones electorales y debemos abrir nuestras candidaturas a las y los
ciudadanos que no militan en el PRD o en cualquier otro partido.
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La mejor
alternativa para que el PRD obtenga victorias electorales, aumente su peso en
los espacios de representación popular y tenga una mayor influencia para
definir políticas públicas, será abriendo de par en par, las puertas, las
ventanas del Partido. Requerimos del aire nuevo que nos ayude a innovar en el
terreno de las ideas, pero sobre todo que permita ingresar al partido a muchos
ciudadanos que desean hacerlo o que podemos convencer para que trabajen con
nosotros. Necesitamos ciudadanizar al PRD antes que militarizarlo. Necesitamos
que muchos candidatos del partido sean personas que aun sin ser parte de
nuestras filas puedan trabajar con los perredistas en la transformación del
propio partido pero sobre todo del País.
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En las
elecciones del próximo años se puede pavimentar la ruta para convertir a la
izquierda junto a otras fuerzas democráticas en la nueva mayoría del Congreso
en 2015 y en la mayoría en 2018, y un poderoso instrumento para lograrlo lo
constituyen los amplios frentes ciudadanos sostenidos en plataformas
político-electorales para gobiernos democráticos que puedan representar las
demandas y aspiraciones de la ciudadanía. Propuestas de gobierno y agendas
legislativas para, por ejemplo, garantizar la seguridad pública, promover
programas de desarrollo social con equidad y justicia social, impulsar el
crecimiento económico, promover el empleo, garantizar una coordinación
metropolitana eficaz. Es decir; compromisos claros con la ciudadanía, que
tendrán altas posibilidades de ser una realidad por las mayorías que estaremos
conformando.
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También
debemos impulsar ambiciosas campañas de divulgación de los éxitos de los
municipios que gobernamos, demostrando así nuestra capacidad para gobernar democráticamente,
buscando consensos, rindiendo cuentas y transparentando nuestra gestión
gubernamental.
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Debemos
apoyar también a los gobernadores perredistas del Distrito Federal, de
Guerrero, Morelos, Oaxaca y Tabasco. Concertando la cooperación institucional
para promover las exitosas políticas publicas pero también exigiéndoles
acciones concretas en beneficio de los habitantes de dichas entidades.
·
Otra parte
de nuestra estrategia debiera ser la de contrastar nuestras propuestas frente a
las de nuestros contrincantes políticos; buscar que sean retomadas por los
medios y ganar la iniciativa de la agenda política nacional para que los
ciudadanos puedan optar por las mejores. Es imprescindible que tomemos la
iniciativa de construirnos como una oposición que aporta respuestas y
soluciones, que debate, que confronta en el terreno de las ideas y programas,
que demuestra que contamos con propuestas novedosas, oportunas, viables,
modernas, contemporáneas y que atienden las preocupaciones de la sociedad antes
que obsesiones ideologizadas o posiciones meramente contestatarias que solo
responden a protagonismos personales, egoístas e inútiles.
LA ESTRATEGIA POLÍTICA Y LEGISLATIVA RUMBO AL 2018
La vía de la acción
ciudadana y de las reformas
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Difícilmente
podremos tener una democracia sólida si no contamos con legisladoras y
legisladores que defiendan al Congreso, que respeten el principio deliberativo
y el criterio de votación mayoritaria. Los actos que pretenden impedir el
funcionamiento del Congreso son, en la gran mayoría de los casos, inútiles para
el logro de nuestros propósitos. La experiencia ha demostrado que es una
conducta políticamente ineficaz y democráticamente corrosiva, que nunca ha
logrado impedir una votación o cambiar el sentido de ésta, además de que daña
gravemente la imagen del partido ante la ciudadanía. Esas acciones de boicot
del funcionamiento y deliberación del Congreso son totalmente incongruentes
pues, el nuevo Congreso se formó desde la voluntad ciudadana y es a ella, antes
que a cualquier propósito personalista, a quien debemos representar.
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Las formas
de lucha que ponen énfasis en la estridencia antes que en la sustancia de
nuestras propuestas fueron utilizadas, cuando nuestra presencia era solo
testimonial y cuando no existían las más mínimas reglas de funcionamiento
democrático, se realizaron para garantizar un ambiente de libertad en el
debate. Fueron utilizadas -y con cierto grado de eficacia- porque debíamos
evidenciar la necesidad de que el Congreso debía abrirse a la pluralidad. Sin
embargo, en aquel momento pero sobre todo en el actual, la confrontación de
ideas es el mejor camino para obtener la voluntad favorable de la mayoría de
los ciudadanos mexicanos, pues solo así podremos mostrar las bondades de
nuestras propuestas y la justeza de nuestros razonamientos.
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Ahora hay
otros poderosos instrumentos para dar a conocer nuestras posiciones, tales como
la Web, las redes sociales, el acceso a los tiempos oficiales de radio y TV que
le corresponden al partido, la apertura que existe en algunos espacios
noticiosos y de opinión en radio y TV, una amplia red de organizaciones no
gubernamentales que tienen relación con diversos sectores de la sociedad en los
temas mas disimiles que nos podamos imaginar, así como la acción de los cientos
de miles de militantes que están deseosos de participar.
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Recientemente
hemos constituido frentes legislativos de izquierda con el PT y MC en las dos
cámaras del Congreso de la Unión y en la Asamblea Legislativa, dotándolos de
una dirección, reglas básicas de funcionamiento y de procesamiento de acuerdos,
todo ello para unificarnos en la acción en torno a una agenda legislativa
común. Sin embargo este bloque perderá eficacia y razón de ser si nos negamos a
debatir y si nos resistimos a vencer a nuestros contrincantes en el contenido
de las ideas y propuestas, que es lo principal en cualquier acción política.
Pero además el bloque tendrá fuerza si hace valer su número—la segunda
minoría—en el trabajo legislativo, el mismo que implica negociaciones y
búsqueda de acuerdos. Los números en el Congreso no dan para que la suma de
votos de este polo de izquierda obtenga mayorías por si solo, en comisiones y
en el pleno.
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Construimos
un polo de izquierda para que nuestra voz sea más fuerte y se pueda escuchar
dentro y fuera del congreso. Pero no solo para ello sino también para hacer que
las leyes y las reformas que surjan del Congreso atiendan al interés de la
mayoría de la población. Debemos buscar, con trabajo y en el debate, que
nuestra agenda legislativa y política salga adelante en lo máximo posible. El
Todo o nada ante cualquier tema es impráctico, improductivo, impolítico y nos
hace aparecer, finalmente, como una oposición inútil para el país y la gente.
PROPUESTA PARA HACER DEL PRD UN PARTIDO FRENTE
Unidos en la diversidad
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El PRD está
obligado a transformarse radical y auténticamente para acceder—por la vía
democrática—al poder político, pero además para retomar el papel del partido
como instrumento de la sociedad para alcanzar un México igualitario y
democrático. Para ello requerimos superar nuestra débil
organicidad interna y consecuentemente fortalecer nuestra implantación a lo largo y
ancho del territorio nacional.
·
Es
necesario, al mismo tiempo, transitar de un partido basado en fuertes
liderazgos carismáticos a un partido institucionalque establezca fuertes vínculos
con el conjunto de la sociedad y adquiera las capacidades indispensables para
las tareas de gobierno.
·
En el PRD
requerimos un Nuevo Pacto Constituyente que restablezca las
bases de tolerancia, democracia, fraternidad y libertad que animaron la
creación del PRD; un
nuevo pacto con una estructura organizativa que permita un
PRD de puertas abiertas, un PRD en donde todas y todos los ciudadanos podamos participar
con libertad y comprometernos con métodos democráticos que minimicen los conflictos; un
nuevo pacto que impulse esquemas nuevos, mejores, sencillos para la
toma de decisiones; un nuevo
pacto que aliente los consensos, pero que también
garantice el derecho de las mayorías y de las minorías; que logre nuevos arreglos
institucionales en el manejo de recursos para el fortalecimiento del nuevo
PRD; que avance en los acuerdos y mecanismos para, preservando la tolerancia y
la pluralidad democráticas, podamos actuar en un
mismo rumbo y en una misma estrategia política. Tales son los fundamentos
del partido-frente que estamos proponiendo para esta nueva etapa del PRD.
·
La vigencia
y fuerza del PRD, en este nuevo período de nuestra existencia, debe sustentarse
en ese Pacto reconstituyente sustentado en los principios de la democracia y la libertad; en
un programa de izquierda progresista que pugna por la igualdad y el
bienestar entre todas y todos con nuevas formas de
convivencia, cohesión y organización internas que garanticen la
unidad mas amplia con respeto a la diversidad y pluralidad.
·
Un nuevo
pacto reconstituyente
debiera conducirnos hacia un partido que mantenga su cohesión
política y preserve su
pluralidad y diversidad, a partir de localizar sus
coincidencias que son de
carácter estratégicas; así mismo, reconocer y respetar las
diferencias, que son
comúnmente de carácter táctico y coyuntural.
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Un nuevo
pacto que posibilite la confluencia, en torno a objetivos superiores, de las diversas corrientes del
pensamiento progresista y de izquierda, la concurrencia de tendencias políticas
de la izquierda para que trabajen unidas en lo esencial, en lo básico, en
nuestras coincidencias fundamentales. Siempre es conveniente para la izquierda
actuar con un solo rumbo, pero al mismo tiempo le es primordial preservar la
tolerancia y la pluralidad. Es necesario que, dentro del acuerdo político,
encontremos la manera de actuar en lo fundamental en la misma dirección, aunque
en ocasiones la acción concreta difiera.
·
El PRD tiene
la oportunidad de definirse como una opción no solo de los obreros y campesinos
y de los sectores mas pobres de la sociedad; ello es consustancial a nuestra
condición de partido de izquierda, pero además debe ampliar, necesariamente su
espectro político y su diversidad social, para representar a otros—igualmente
amplios—sectores de las clases medias, de las y los jóvenes, los grandes
núcleos ciudadanos de las urbes, los empresarios comprometidos con el
desarrollo del país, los profesionistas e intelectuales. Debemos voltear la
vista a todos aquellos, hombres y mujeres, que se identifican con la
democracia, la justicia social, las luchas libertarias, progresistas,
democráticas y las demás causas de la izquierda. No debemos reducirnos a
representar sólo a una clase o sólo a un sector de la población. La izquierda
incluyente está obligada a incorporar en sus políticas no solo a las personas
más pobres, sino también a los demás sectores que igual exigen mejores
condiciones de vida; no sólo a los descontentos con la coyuntura, sino además y
principalmente, a los esperanzados en que es posible un país diferente. En
otras palabras, el PRD debe aspirar y trabajar para representar
a la mayoría de los mexicanos.
·
Por ello
mismo requerimos dotarnos de un programa claramente definido de
una izquierda que sabe que en el centro del espectro político se ubica la gran
mayoría del Pueblo de México y que a toda ella estamos obligados a
representar, esto es; una izquierda moderna, incluyente, progresista,
innovadora, universalista, pacífica, y que actuando en la legalidad aporte
soluciones viables, posibles, eficaces, a los grandes problemas nacionales para
convertirnos en una alternativa de gobierno y de representación verdadera para
la ciudadanía. Comprender adecuadamente esto no significa perder nuestras
convicciones igualitarias que son la esencia de la izquierda. Pero si significa
alejarnos de extremismos ideologizados, de dogmatismos, de fanatismos que, con
toda, evidencia, rechaza esa gran mayoría del pueblo.
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La izquierda
debe ser acicate del cambio progresista y no pretexto para la restauración
conservadora. El conjunto del PRD debemos ser una izquierda con ideas viables y
no sólo con posiciones moralistas mas cercana a evangelios y muy alejadas de
programas políticos. Una izquierda que sepa hablarle a todas las clases, que
sepa ser oposición—firme y solida cuando se requiera—pero que también sepa ser
opción viable de gobierno. El solo recurso de la descalificación, el recurso
del mero testimonialismo, como formas aisladas de la acción política, al final
de cuentas, contribuyen, al conservadurismo, al status quo existente, a la
corrupción, la opacidad y la desigualdad.
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Aspiramos
ser una izquierda que lucha por la libertad y pugna por la vigencia de todos
los derechos, pero que asume que nuestra libertad y nuestros derechos se deben
ejercer en el respeto a la libertad y los derechos de los demás. Desde nuestra
visión, la democracia es la única vía de acceso al poder lo que supone ganar
elecciones, ser actor relevante en la agenda política nacional, representar a
los ciudadanos y proponer políticas publicas para atender sus reclamos,
participar en los órganos del Estado, respetar las normas y mejorar el
funcionamiento de las instituciones. Rechazamos tajantemente aquella idea
acerca de que la violencia, en cualquiera de sus formas, puede ser una vía para
el cambio. Esto que es fundamental en un nuevo PRD no debe interpretarse como
la negación a la movilización popular o el rechazo a la manifestación libre de
las ideas y a la protesta firme ante las injusticias y abusos del poder.
Nuestra
Organicidad Interna
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En 23 años
de existencia del partido hemos transitado por varias etapas; iniciamos nuestro
andar como una gran confluencia de partidos y organizaciones; de personalidades
diversas y complejas y, principalmente, con la inclusión de centenas de miles
de ciudadanos deseosos de ver en el PRD la innovación del pensamiento
progresista y la originalidad organizativa; continuamos en una unidad sostenida
y fundamentada en la secuencia de dos liderazgos personalizados que
concentraban básicamente las decisiones fundamentales del partido; y ahora, nos
encontramos en una forma de convivencia afirmada, cimentada en la existencia de
varios grupos políticos.
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Experimentamos
diversas formas de organización y de convivencia que en su momento fueron
útiles y necesarias pero que ahora son simplemente obsoletas. Es claramente
anacrónica aquella forma de gobierno sostenida en un liderazgo altamente
personalizado e individualizado; como igualmente anacrónica resulta la
estructura de los grupos de presión interna, con los cuales se pretendió suplir
aquel mando y control unipersonal. El Primero derivó en mando autoritario y el
segundo en permanente tensión interna derivada de la pugna por las posiciones
de dirección y de representación. Ahora, no somos una organización de plenas
coincidencias; somos, estrictamente, una coalición de grupos con difusas
identidades programáticas entre si y mas vagas y confusas identidades dentro de
si.
·
Para
trascender una y otra, requerimos, las y los perredistas, reconocernos en
nuestra realidad tal y como es. Sin velos, sin niebla, sin ocultarnos nada y
con la convicción de que en la justeza del diagnostico se encuentra la parte
principal del remedio. El pacto de unidad interna logrado en el XII Congreso
Nacional se ha erosionado y no ha sido posible lograr hacer realidad en su
plenitud los propósitos de levantar la nueva estructura de organización
seccional, contar con un nuevo padrón confiable que respete el derecho de
afiliación individual y libre de los militantes, contar con una vida
institucional de nuestros órganos de dirección, los jurisdiccionales y los
autónomos.
·
En razón de
ello es indispensable trabajar en el espacio de una nueva
institucionalidad interna que podría construirse a partir del diseño de nuevas reglas de
funcionamiento con base en atribuciones y facultades democráticas a órganos de
dirección, integrados estos con los representantes de las corrientes pero junto
a compañeras y compañeros de gran prestigio y representatividad que no
necesariamente participan activamente en el partido o en alguna de sus
corrientes.
·
Proponemos
enviar a la sociedad un mensaje de disposición al cambio, de una decidida
actitud incluyente. Construyamos, entonces, un órgano de dirección nacional en
donde, representados los liderazgos del partido, sumemos a otras personas
experimentadas en el quehacer político, en la lucha ciudadana por el ejercicio
de derechos; a otras de prestigio académico e intelectual y promotores de la
cultura y la ciencia. Una dirección que refleje a liderazgos actuales del
partido y a liderazgos políticos, sociales, académicos de la sociedad, todos
ellos, obviamente de pensamiento progresista y avanzado. Esto mismo debiéramos
hacer en las direcciones estatales del partido.
·
Necesitamos
de nuevas reglas y estructuras más operativas, edificadas para garantizar
certeza y que no estén sujetas a interpretaciones que convienen unilateralmente
a una u otra de las corrientes. Reglas para que funcione el partido en su
pluralidad, sin imponer mayorías artificiales, evitando simulaciones para que
las normas formales coincidan con la práctica real de los órganos del partido.
Ello mismo hará que subsista una conducta de respeto a las normas, por los
militantes y sobre todo de los dirigentes, independientemente de su expresión o
rango.
·
Buscamos
cambios en los métodos de elección interna, para
hacerlos menos complicados y con una menor conflictividad para elegir tanto los
órganos de dirección como los espacio de representación popular. Hay ya, al
parecer un consenso, de que, aplicar el método de votación directa y universal
de manera absoluta y en todos los espacios del partido es impracticable e
inoperante. Necesitamos combinar los métodos democráticos de elección directa y
los de elección representativa sin que se menoscaben los derechos de las y los
afiliados que participen en una corriente o que no sean parte de ninguna.
·
Igualmente requerimos de un nuevo sistema en la toma
de decisiones que garantice la eficacia de la acción política pero preservando los
derechos de las minorías y poniendo limite a cualquier expresión de
autoritarismo en los dirigentes y en las corrientes. Un manejo
institucional de los recursos para el fortalecimiento del PRD estableciendo esquemas
justos y correctos en su aplicación y garantizando la rendición de cuentas y la
transparencia.
·
Debemos
poner atención en el funcionamiento de nuestros gobiernos municipales y estatales y de
nuestros grupos parlamentarios en el nivel federal y estatal. La mayoría de las
administraciones de la izquierda tienen identidad con el PRD y éste es el
partido que mejor puede vigilarlas y desde luego, apoyarlas. Es importante
difundir sus logros y, en su caso, hacer a tiempo la critica cuando sea
necesaria.
·
Ponemos a la
consideración de los militantes de Nueva Izquierda, a la de todas y todos los
militantes del PRD y por supuesto a toda la ciudadanía, una propuesta
concreta de estructura orgánica, funcionamiento y atribuciones de un partido frente. Esta propuesta se presenta en anexo.
UNA NUEVA IZQUIERDA PARA UN NUEVO PRD
·
En la nueva
etapa que transitamos, Nueva Izquierda también necesita un nuevo modelo de toma
de decisiones para fortalecerse a sí misma y a nuestro partido. Urge una Nueva
Izquierda para un nuevo PRD.
·
Nueva
Izquierda tiene parte de la responsabilidad política de conducir el partido en
esta etapa y consecuentemente debemos aportar al PRD estabilidad y
gobernabilidad, así como de involucrar a la mayoría de los cuadros dirigentes y
a los militantes del partido en las tareas para hacer realidad la
transformación profunda que necesitamos.
·
Es necesario
en Nueva Izquierda una actitud reflexiva y autocritica, que permita revisar y
encontrar los errores y deficiencias de nuestro trabajo político y someter al
más intenso debate las reglas de nuestra organización, de las razones y
principios de pertenencia y de comportamiento ético; debate y unidad para
dotarnos de los procedimientos más adecuados, que sin dejar de ser
democráticos, sean eficaces y eficientes para la toma de decisiones.
·
Nueva
Izquierda debe llevar a cabo una estrategia para mantener nuestra condición de
primera fuerza y para colaborar al surgimiento del Nuevo PRD como
partido-frente; con una clara hegemonía progresista y de izquierda democrática.
Tenemos el potencial de ser la fuerza política de izquierda democrática más
fuerte del partido y del país. En razón de ello podemos ser factor necesario e
indispensable hacia el 2015 y el 2018.
·
Nueva
Izquierda debe preparar y llevar a cabo el proceso de constitución democrática
de sus coordinadoras nacional y estatales- Los primeros pasos para lograrlo
son: constituir las 32 coordinadoras estatales, elaborar listado de electores
de Nueva Izquierda y elaborar los 32 planes estatales de crecimiento y
desarrollo.
·
Si lo que
planteamos para el partido no lo aplicamos en Nueva Izquierda, entonces
simplemente estamos transitando, irremediablemente a nuestro deterioro
político, ético, organizativo: a nuestra debilidad y finalmente a alejarnos de
lo que hace años aspiramos a ser: una fuerte corriente política, de
pensamiento, innovadora en las ideas y en el quehacer. Podríamos, si no
cambiamos nosotros mismos, estancarnos y tornarnos en un simple y vulgar grupo
de presión interna que no encuentra otra razón para su existencia que imitar a
quienes existen para repartir canonjías. Habrá quienes, conservadores, se
dispongan a ser la resistencia al cambio, pero los habrá y estoy seguro que
somos mayoría los que iniciaremos el profundo y radical proceso de cambio.
PROPUESTA DE PROGRAMA DE UN PARTIDO DE IZQUIERDA PARA LA CONSTRUCCIÓN DE LA MÁS AMPLIA
MAYORÍA CIUDADANA.
·
Un nuevo
programa es medular si en verdad queremos un nuevo PRD y es en estos momentos
cuando se presenta la oportunidad de elaborarlo y darnos, por fin, certidumbre
de que es por lo que luchamos en la etapa actual del País. No se trata de que
dibujemos el paraíso. ¡No! Ese error ya lo cometió, en otros tiempos, la
izquierda. Por el contrario se trata de presentar al país y la gente, de manera
precisa y concreta el tipo de Estado y de sociedad a la que aspiramos y desde
luego las formas para conseguirlos.
·
El PRD tiene
la oportunidad en este momento de realizar una redefinición programática, con
una orientación de centroizquierda, cuya prioridad sea ofrecer soluciones
viables, posibles a las demandas más sentidas de la ciudadanía.
·
Esta
propuesta alternativa, también puede ser la base para un acuerdo nacional del
que pudieran participar las principales fuerzas políticas, sociales y
ciudadanas del país.
·
Es urgente
que las fuerzas de izquierda del país construyamos un programa sustantivo que
ataque los problemas principales del país y que atienda las demandas mas
sentidas de la población. Como punto de partida, se enuncian los siguientes
ejes:
1. Por un
Estado Democrático y Social de Derecho.
·
Recuperar la
soberanía del Estado nacional, en el territorio, en la aplicación de la
Constitución, de las leyes que de ella emanan y en el uso pleno de sus
facultades para garantizar derechos y obligaciones de los ciudadanos.
·
Impulsar la
construcción de un Estado democrático y social de derecho, basado en la
libertad política para todas las mexicanas y mexicanos y en la existencia de
instituciones públicas democráticas.
·
La búsqueda
de este nuevo Estado será el medio político para la realización de las reformas
sociales y políticas necesarias e indispensables para combatir la desigualdad y
garantizar la expansión sostenida y sustentable de la economía.
·
Un Estado
democrático y social de derecho, que actúe como garante de los derechos humanos
integrales de la población; Que garantice el ejercicio de los indispensables
derechos sociales; que exprese el reconocimiento jurídico, formal y práctico de
la ciudadanía no sólo política, sino también económica, social y cultural de
todas las mexicanas y todos los mexicanos.
2. De la
Democracia
Sobre el
Régimen Político.
·
Forma de
gobierno republicano, democrático, representativo y participativo, laico y
federal.
·
Nueva
arquitectura constitucional con un nuevo régimen político en donde el encargado
del Ejecutivo Federal sea corresponsable, del rumbo del País, con los otros
poderes de la Federación.
·
Eliminación
de las secretarías del Ejecutivo Federal, por un gabinete de gobierno que
propuesto por el Presidente sería ratificado por el Congreso.
·
La
Constitución Política para el DF.
·
Construcción
de un nuevo régimen fiscal para terminar con el centralismo en la recaudación y
en la distribución de los recursos fiscales.
·
Restablecer
la autonomía presupuestal a los municipios.
·
Relección de
legisladores hasta por un periodo.
·
Redefinición
de fuero constitucional para que no sea utilizado como recurso para impunidad
ante la comisión de un delito.
Sobre el
Sistema Electoral
·
Instituto
Nacional Electoral.
·
Ley Federal
de partidos políticos
·
Segunda
vuelta electoral.
·
Pérdida de
registro a todo partido que rebase los topes de campaña o que utilice recursos
económicos ilícitos.
·
Cancelación
de la concesión a medios de comunicación que reciban ilegalmente recursos
económicos para favorecer a un partido, o candidato.
·
Tipificar
como delito el que instituciones publicas o particulares compren ilícitamente
propaganda electoral en los medios de comunicación.
·
Normar el
uso de recursos públicos para pago de propaganda electoral y de promoción
gubernamental.
·
Considerar
como delito el que los gobiernos, otras instituciones publicas y los
particulares entreguen dinero u otros bienes materiales a cualquier medio de
comunicación (impreso o electrónico) para promoción política y que no este
sujeta a la norma legal y fiscal establecida.
·
Poner limite
presupuestal a la utilización de recursos para promoción gubernamental en
medios de comunicación. La violación a este limite será tipificado como delito.
·
Trasparentar,
sin ninguna posibilidad de reserva, el uso y utilización de todos los recursos
públicos.
·
Prohibir
todo tipo de donaciones, en especie o en dinero, a los electores previo,
durante y posterior a las campañas electorales y durante la jornada comicial.
La violación a este precepto debe ser sancionada con la perdida de la
candidatura.
·
Democracia
Directa para hacer efectivos derechos políticos de los ciudadanos como el
referéndum, el plebiscito, la iniciativa popular, la revocación del mandato.
·
Candidaturas
independientes
3. Reforma
judicial y acceso a la justicia y seguridad ciudadana.
·
Autonomía
constitucional del ministerio Público.
·
Nuevo Código
federal de procedimientos penales.
·
Tribunal de
Cuentas Constitucional que sancione a toda autoridad pública y a toda persona
que haga uso ilícito de recursos fiscales o cometa actos de corrupción.
·
Políticas de
prevención de las conductas delictivas apoyadas en alternativas de educación,
cultura, deporte, salud, empleo y canalización de recursos para el desarrollo
comunitario y el trabajo social con jóvenes en situación de riesgo.
·
Descriminalizar
y regular el consumo de drogas, comenzando por la marihuana; paralelamente,
Impulsar medidas legislativas y de políticas públicas para la prevención y
tratamiento de las adicciones en la población en general.
·
Integrar un
nuevo órgano autónomo de la defensoría publica.
·
Desmantelamiento
de las estructuras financieras que posibilita el lavado de dinero.
·
Nuevo
sistema carcelario y de readaptación social que incluya entre otras acciones,
penas de trabajo comunitario y de servicio a la comunidad para delitos menores.
·
Desincorporar
paulatinamente a las fuerzas armadas en las tareas de combate a la delincuencia
organizada.
4.
Fiscalización
·
Fortalecimiento
de las facultades de investigación, revisión y sanción de la Auditoria Superior
de la Federación. Considerar la posibilidad y conveniencia de su Autonomía con
carácter Constitucional.
·
Transparencia
total, sin reservas legales, en toda institución pública del uso de los
recursos fiscales.
·
Rendición de
cuentas periódica de todas las instancias de gobierno.
·
Creación de
una entidad fiscalizadora sobre realización de obras y cumplimiento sobre
resultados.
5. Libertad de
expresión y medios de comunicación
·
Libertad de
prensa sin restricciones.
·
Impedir
esquemas y prácticas de carácter monopólico. Abrir a la competencia la
industria de las telecomunicaciones.
·
Licitaciones
abiertas y claramente reglamentadas.
·
Definición
de los derechos de las personas a la replica y de los instrumentos para
hacerlos valer ante cualquier medio de comunicación (impresos y electrónicos).
·
Normas
claras para el cobro de derechos.
·
Mantener
libertad de expresión en la web.
6. Por una
Sociedad de Derechos
·
Carácter
universal e inalienable; progresivo e integral; exigible y justiciable;
indivisible e interdependiente de los derechos humanos.
·
Igualdad
Sustantiva entre los Géneros.
·
Erradicar la
discriminación de género y promover medidas afirmativas que permitan compensar
desigualdades y fincar las bases para un trato igualitario.
·
Derecho
constitucional de las niñas y los niños a la satisfacción de sus necesidades de
alimentación, vivienda, salud, educación y sano esparcimiento.
·
Reconocimiento
de derechos de las personas con orientaciones e identidades sexo genéricas.
·
Derechos
ciudadanos y políticos, económicos, sociales y culturales, individuales y
colectivos, de las naciones indias de México.
·
Ejercicio
pleno de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres.
·
Derechos de
las y los Trabajadores a la libre sindicalización, al voto universal directo y
secreto para la elección de los dirigentes de los sindicatos. Prohibición a la
afiliación colectiva forzosa de las y los trabajadores a un partido político.
Prohibición para que el gobierno o particulares retenga cuotas sindicales.
·
Trasparencia
plena de los recursos económicos y de otros bienes de los sindicatos.
7. Educación.
·
Reforma
integral en todos sus niveles con la participación de los actores involucrados
en el proceso educativo, en la investigación científica y tecnológica, y en la
promoción y difusión de la cultura y las artes.
·
La reforma
educativa debe terminar con el control que sobre el sistema educativo público
ejercen los líderes del sindicato.
·
Censo
nacional de escuelas y de maestros.
·
Escuela
primaria de tiempo completo.
·
Beca salario
a todas y todos los estudiantes de preparatoria en el país.
·
Prioridad a
la educación superior en la política de desarrollo.
·
Construcción
de las capacidades científico tecnológicas bajo la planeación del Estado y
coordinación entre poder público e iniciativa privada.
·
Acceso
universal a los bienes o medios digitales y a la obtención de capacidades para
la utilización de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación.
·
Garantizar
acceso al disfrute de los bienes culturales, en tantos factores para un
desarrollo social e individual plenos.
8. Protección
Social
·
Implementación
de un Plan nacional de combate a la pobreza y miseria. Reorientación del uso de
los recursos públicos y profunda restructuración de las políticas públicas de
desarrollo regional y de creación de infraestructura para la protección social.
·
Creación del
sistema universal para la seguridad social (salud, alimentación, vivienda,
educación)
·
Auditoria
completa e integral a la política de subsidios para reorientar el destino de
estos a quien verdaderamente los necesite.
·
Seguro de
desempleo y de capacitación laboral
9. Nación
Productiva y Equitativa
·
Transición
de un modelo basado en la especulación financiera y en la exportación, a uno
basado en la producción e inversión en bienes, servicios y conocimiento, en el
marco de un proceso de redistribución del ingreso, que tenga por objetivo la
promoción del crecimiento económico, la generación de empleos y el combate de
las inequidades.
·
Crecimiento
de la economía de cuando menos 5 por ciento en promedio anual durante los
próximos 6 años.
·
Fortalecer
el mercado interno y lograr una adecuada inserción del aparato productivo
nacional en los circuitos comerciales internacionales. Transitar de una
economía dominada por grupos monopólicos, empresas transnacionales y poderosos
intereses financieros hacia una economía productiva.
·
Nueva
regulación pública que permita redefinir el papel del Estado y del mercado,
apoyar al sector empresarial nacional con políticas apropiadas en el ámbito
fiscal, financiero y de regulación antimonopólica para que crezca y contribuya
a la generación de empleos.
·
Redefinir el
papel del Banco de México para el control de la inflación y el déficit pero
también para impulsar el crecimiento.
·
Reducción
del déficit fiscal a través de control de deuda publica tanto federal como
estatal, de la reducción del gasto corriente, pero no de la inversión pública.
·
Revisión del
sistema de exenciones fiscales, eliminación de determinados regímenes
especiales y supresión de la consolidación.
·
Mayor
eficacia en la recaudación fiscal, ampliar la base gravable y corregir el sesgo
prevaleciente contra los ingresos de los trabajadores respecto de los del
capital.
·
Creación de
una política industrial que tenga como objetivos una menor dependencia
tecnológica, una modernización de la infraestructura industrial del País,
dinamizar el mercado interno, crear empleos, corregir desequilibrios regionales
y alcanzar una inserción favorable de México en el mercado mundial,
estableciendo un marco institucional de interacción funcional pública, privada y
social.
·
Poner en
práctica un plan nacional para el desarrollo económico y social del sur-sureste
del País.
·
Nueva Ley
Minera que revise el sistema de concesiones, que revise el pago de derechos,
que ajuste la explotación de los minerales a las normas internacionales
ambientales y que distribuya la riqueza extraída hacia los Estados y
municipios.
·
Crear el
Registro Nacional de los Contratos Colectivos y Sindicatos.
·
Transformar
las Juntas de Conciliación y Arbitraje en jueces de lo Laboral.
·
Sustituir a
la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos por un instituto autónomo del
salario indispensable para una vida digna.
·
Crear una
verdadera banca de desarrollo que apoye el financiamiento de proyectos
empresariales, especialmente de las PYMES.
·
Obligatoriedad
de que las PYMES provean, cuando menos el 25%, de las compras de gobierno y
estímulos fiscales a empresas que asuman el compromiso de mantener su planta de
trabajadores.
·
Creación del
plan nacional para la seguridad alimentaria y reactivación de la producción agropecuaria.
·
Modernizar
el sector energético mediante la gestión autónoma de Pemex y CFE.
·
Planificación
integral y a largo plazo del sector energético incluyendo el desarrollo de
nuevas fuentes de energía renovables.
·
Aumento de
la inversión en exploración; ampliación de la capacidad de refinación;
recuperar la producción de petroquímicos y promover desarrollo de la
exploración y explotación del crudo en aguas profundas para ampliar nuestras
reservas.
·
No
modificación del artículo 27 Constitucional.
·
Intensidad
en las acciones para la explotación del gas, con la posibilidad de concesiones
a particulares, pero sin modificar la Constitución para que la Nación no pierda
el control de este y otros recursos naturales estratégicos.
·
Elaborar una
estrategia de Alianzas de Estado a Estado para el intercambio de tecnologías y
desarrollo estratégico del sector energético.
·
Promover los
sistemas de generación distribuida y metas crecientes a la incorporación de
fuentes renovables, fortaleciendo la legislación para que el operador del
sistema eléctrico pueda adquirir los excedentes que provengan del uso de dichas
fuentes renovables.
·
Plan
nacional de ahorro de energía.
·
Mecanismos
para planeación a largo plazo para garantizar la soberanía en materia de
energéticos a través del uso de nuevas tecnologías y la búsqueda de fuentes
alternativas no contaminantes en equilibrio con el medio ambiente.
10- Desarrollo
Sustentable
·
Planeación
Ambiental que tenga como referente la regionalización física, biológica y
social del país, garantizando que sea integral, incluyente y democrática,
asumiendo compromisos los sectores público, privado y social, que extienda y
preserve las áreas de protección natural y defienda desde el sistema educativo
pero también con eficaz acción punitiva la flora y fauna, especialmente
aquellas que se encuentran amenazadas o en peligro de extinción o apropiación.
·
Preservar la
gestión pública del agua reconociendo constitucionalmente su carácter de bien
común.
·
Lograr un
manejo equitativo y sustentable de la industria forestal.
·
Avanzar en
la creación de instancia de gobierno metropolitano que permitan planeación y
gestión federal, estatal y municipal.
·
Fomento de
las industrias no contaminantes, priorizando a aquellas que generen
tecnologías, productos o servicios que reduzcan consumo de energía no
renovable.
·
Reorientar
parte del gasto público y de políticas tributarias para incentivar
modernización ecológica de instituciones públicas y privadas.
11. Globalización como Oportunidad
· Impulsar una
política de relaciones internacionales que recupere el liderazgo del País en
América Latina, que establezca nuevas y activas relaciones económicas,
culturales con Europa y Asia.
·
Construir
una relación de equidad y respeto en nuestras relaciones comerciales con
América del Norte. Demandar corresponsabilidad a los EEUU en las políticas de
combate al crimen organizado.
·
Incluir en
la concepción de la seguridad nacional el respeto al derecho internacional, la
salvaguarda efectiva de la soberanía de las naciones, la cooperación para el
desarrollo, la protección de los recursos naturales del planeta y la garantía
de su utilización soberana.
·
Convertir a
la globalización en oportunidad y dotar a la política exterior mexicana de una
visión amplia en donde se privilegie las relaciones económicas, políticas y
culturales con visión universalista y de justicia y dignidad.
·
Impulsar un
nuevo sistema económico financiero mundial en donde prevalezca la cooperación y
el fomento del desarrollo económico justo y sustentable.
ANEXO
PROPUESTA DE
ESTRUCTURA Y FUNCIONAMIENTO DEL PRD COMO PARTIDO-FRENTE
¡Unidos en la diversidad!
A.-El
Congreso Nacional del Partido de la Revolución Democrática sería la máxima
instancia de resoluciones y de definiciones y se reuniría cuando menos cada
tres años de manera ordinaria y de manera extraordinaria por acuerdo de mayoría
calificada del Consejo Nacional de Dirigentes.
B.-El
Congreso Nacional del Nuevo PRD (Partido-Frente) aprobaría, una básica
declaración de principios, un Programa político que recoja lo sustantivo de
nuestras propuestas coincidentes y un nuevo Estatuto de organización interna
que se ciña los aspectos más generales de nuestra nueva estructura de
organización.
C.- El
Consejo Nacional de Dirigentes sería la instancia de coordinación (no de
dirección) permanente del nuevo PRD. Acordaría resoluciones sobre la situación
política del País, sobre resoluciones para participar en las elecciones
constitucionales, sobre la política de alianzas electorales, sobre las
definiciones generales de estrategia parlamentaria en el Congreso de la Unión y
en los Congresos Locales y sobre las líneas de aplicación del programa del
partido en los gobiernos (federales, estatales y municipales)
D.- El
Consejo Nacional de dirigentes elegirá al Presidente del partido.
E.- El
Consejo Nacional se reuniría de manera ordinaria cada 3 meses y de manera
extraordinaria solo a convocatoria de la mayoría de la mesa directiva de la
misma y con el aval de cuando menos dos tercios de los integrantes del Consejo
Nacional de dirigentes.
F.- El
Consejo Nacional de Dirigentes del PRD elegiría a una comisión nacional de
representantes (los representantes de las corrientes, tendencias y personajes
relevantes del acontecer político, representantes de organizaciones e
instituciones progresistas) que tendría las funciones de apoyar, vigilar, y
hacer cumplir las resoluciones del Congreso Nacional y del propio Consejo
Nacional de Dirigentes. La comisión nacional de representantes tendrá la
facultad de proponer tanto al Congreso como al consejo de dirigentes proyectos
de resoluciones sobre la situación política del País y del partido, de proponer
proyectos de resolución acerca de la estrategia electoral y la política de
alianzas electorales.
G.- La
comisión de representantes estará constituida por El Presidente del partido,
por un secretario general, por los ex presidentes del Partido de la Revolución
Democrática, por los Coordinadores de los grupos parlamentarios en el Congreso
Federal, por los gobernadores del partido, por dos representante de los
legisladores locales, electos semestralmente en la asamblea nacional de los
legisladores locales, por tres Presidentes municipales electos semestralmente
por la Asamblea Nacional de los Ayuntamientos gobernados por el partido y por
los representantes de las corrientes en forma proporcional y por cuando menos
10 ciudadanos y ciudadanas representativas de la izquierda política, de la
cultura y la academia, de las organizaciones defensoras de derechos humanos y
de organizaciones defensoras de derechos sociales.
H.- Esta
comisión de representantes se reunirá cuando menos cada dos meses y de manera
extraordinaria a convocatoria del Presidente del partido.
I.- El
partido permitirá y alentara el fortalecimiento de las tendencias políticas
internas que, en todo caso, se ajustaran al cumplimiento de la Declaración de
Principios, del Programa, del Estatuto de Organización y de las resoluciones de
la comisión nacional de representantes.
J.- Las
Tendencias políticas u organizaciones políticas confluyentes al partido tendrán
obligatoriamente su código de organización interna, su propuesta programática y
su propuesta política la que no podrá ser contradictoria con la declaración de
principios, con el programa y con la estrategia electoral del partido.
K.- Los
afiliados al partido podrán adscribirse a cualquiera de las tendencias
políticas del mismo y quien se inscriba originariamente a una corriente o
tendencia será considerado un ciudadano pre afiliado. La afiliación definitiva
será en todo caso por el método presencial.
L.- Las
Tendencias políticas deberán nombrar a un Coordinador que podrá participar en
las sesiones del Consejo nacional de dirigentes del partido y a las respectivas
de la comisión de representantes; igualmente podrán realizar actividades
políticas al interior y al exterior del partido como podrán hacer actividades
de proselitismo para afiliar ciudadanos al partido y desde este a su tendencia.
M.- El
representante de cada una de las tendencias del Frente será el vocero de la
misma y las tendencias políticas tendrán la libertad y el derecho de difundir
sus posiciones políticas sobre la situación del partido y desde luego sobre la
situación nacional e internacional.
N.- Las
tendencias políticas podrán allegarse recursos (técnicos, de infraestructura
material, económicos) siempre y cuando cumplan estrictamente con las leyes
federales, locales y con el estatuto de organización del partido. Las
tendencias deberán informar de sus recursos económicos y de infraestructura
tanto a la representación legal del partido, al Consejo Nacional de Dirigentes
del mismo, al IFE y al IFAI. Cualquier omisión sobre esta obligación será
sancionada por los órganos de representación del partido y desde luego se
estarán sujetas a las leyes federales y locales de la materia.
Ñ.- Las
prerrogativas del Partido De la Revolución Democrática serán administradas por
un comisario de finanzas nombrado por el Consejo Nacional de dirigentes del
partido y solo podrán ser utilizadas para las campañas electorales en las que
participe el partido, para las tareas de afiliación y pre afiliación, para las
de educación y formación política, para las de difusión y propaganda y para las
indispensables de la administración y funcionamiento del propio partido-frente.
O.- La
participación del partido en los comicios constitucionales locales y federales
se ajustará, desde luego, a la Constitución General de la República, a las
leyes federales y locales y a la estrategia general electoral del partido
definido en el Congreso Nacional. Los candidatos a diversos cargos de elección
serán en todos los casos electos por las instancias respectivas Consejo
nacional, Consejo Estatal y consejos municipales) El Consejo de representantes
podrá proponer a candidatos a todo cargo de elección constitucional.
P. Para
elegir a los integrantes del Congreso Nacional se llevaran a cabo elecciones en
cada uno de los municipios del país en donde vivan afiliados del
Partido-Frente.
Q.- Los
legisladores del Partido de la Revolución Democrática se organizaran en un
grupo parlamentario y en el cual se podrán registrar las tendencias políticas o
corrientes que estén cumpliendo con las normas establecidas para su
funcionamiento. En el respectivo grupo parlamentario las resoluciones se
adoptaran por votación directa y aquellas que obtengan mayoría serán las oficiales
del partido. Las que obtengan minoría podrán, en ese carácter, manifestarse
públicamente.
R.- Las
tendencias y corrientes podrán nombrar voceros en los estados de la República
para que desde estos se puedan difundir las opiniones respectivas.
S.- Los consejos
estatales del Partido Frente se integraran de la misma manera en que se integra
el Consejo Nacional de dirigentes. En Los estados de la republica también se
integrará un consejo estatal de representantes y en el participaran cuando
menos diez ciudadanos y ciudadanas que participen en el ámbito político,
cultural, académico, social.
T.- Los
Consejos estatales del Partido-Frente serán los encargados de definir y acordar
la estrategia electoral estatal, de convocar a las sesiones de elección de
candidatos a cargos de elección popular e igualmente, podrán aprobar
candidaturas que surjan de las propuestas del comité político estatal y
Nacional. Las tendencias nacionales del Frente podrán tener a un representante
en las entidades que cumplirá con la función de vocero de la misma. El
partido-Frente no se hará responsable de las acciones políticas o de las
posiciones programáticas de las tendencias.
V.- El
partido llevara a cabo la formación de una estructura de organización
territorial seccional. Las corrientes o tendencias podrán constituir comités
seccionales con ciudadanos y ciudadanas afiliadas al partido y de ello
informaran a la Comisión Nacional y estatal de representantes y desde luego a
la comisión nacional de afiliación. Cada sección electoral del País tendrá a su
respectivo dirigente seccional que será el representante de los militantes del
PRD en cada una de las secciones electorales del País. El dirigente seccional
será electo por los militantes del PRD que vivan en la respectiva sección y
esto se llevará a cabo en sesión expresamente convocada para ese propósito.
Cada dirigente seccional del partido se mantendrá en esa representación un
máximo de tres años, pero podrá ser substituido antes en razón de cambio de
domicilio, de renuncia o a petición expresa de cuando menos la mitad más uno de
los militantes del PRD en la sección respectiva.
W.- Para el
funcionamiento del seccional del partido, deberá realizarse una reunión del
activo militante cuando menos una ves por mes o en su caso por convocatoria del
dirigente seccional.
X.- Los
afiliados al partido en las secciones electorales tendrán las siguientes
obligaciones y derechos.
Obligaciones:
-Asistir, en
un año, a cuando menos a la mitad mas una de las sesiones mensuales de su
seccional respectivo.
-Asistir a
la reunión mensual en donde será electo el dirigente seccional respectivo.
-Afiliar a
cuando menos 20 ciudadanos al PRD
-A mantener
regularmente comunicación con los ciudadanos que el mismo afilió al partido e
informarles de las actividades aprobadas en las reuniones del seccional
respectivo.
-Apoyando a
los y las candidatas del Partido en las elecciones constitucionales.
-A
participar en las actividades políticas generales a que convoque el Consejo
estatal de dirigentes y la comisión nacional y estatal de representantes.
De los
Derechos:
-A
participar en la reunión de elección del dirigente seccional.
- A ser
electo como dirigente seccional
-A ser
electo como integrante del Consejo municipal
- A recibir
información periódica del consejo municipal y de la comisión política estatal.
-A recibir
los cursos de formación política
-A ser
candidato a cargos de elección popular
Y.- Esta
sería una respuesta de carácter estructural y de fondo, pero además se deben
adoptar las siguientes medidas urgentes y es en ese sentido que se sugieren las
siguientes.
- Se convocará al Congreso Nacional
para iniciar los trabajos de constitución del nuevo Pacto Político
reconstituyente del PRD. El Congreso Nacional será parte sustantiva del Nuevo
PRD y será el inicio de la construcción del Nuevo Partido-Frente. Este Congreso
se llevaría a cabo en el mes de diciembre del año 2012.
- Para la realización de este Congreso se convocará a una sesión del Consejo Nacional el cual emitirá la convocatoria al Congreso e instalará la comisión Organizadora del mismo.
- En esta misma sesión del Consejo Nacional se constituirán las siguientes comisiones preparatorias para el Congreso.
- La Comisión Organizadora del Congreso Nacional del Nuevo PRD
- La comisión Organizadora constituirá cuando menos cuatro sub comisiones; La de Declaración de Principios, La de la Nueva estructura de organización, del Partido-Frente, la del Programa político del Nuevo PRD. La actual Comisión Política del PRD será la encargada de elaborar el proyecto de los objetivos, las convicciones y estrategias fundamentales del PRD en su nueva etapa.
- Para la realización de este Congreso se convocará a una sesión del Consejo Nacional el cual emitirá la convocatoria al Congreso e instalará la comisión Organizadora del mismo.
- En esta misma sesión del Consejo Nacional se constituirán las siguientes comisiones preparatorias para el Congreso.
- La Comisión Organizadora del Congreso Nacional del Nuevo PRD
- La comisión Organizadora constituirá cuando menos cuatro sub comisiones; La de Declaración de Principios, La de la Nueva estructura de organización, del Partido-Frente, la del Programa político del Nuevo PRD. La actual Comisión Política del PRD será la encargada de elaborar el proyecto de los objetivos, las convicciones y estrategias fundamentales del PRD en su nueva etapa.
Se trata de
un documento de los objetivos fundamentales y de las estrategias que
compartimos. Privilegiaremos las coincidencias y un debate amplio que a todos
nos acerque a ellas.
-El Consejo
Nacional aprobará la política legislativa del nuevo grupo parlamentario federal
y a la que en términos generales se sujetaran los congresistas del PRD en el
Congreso federal y en los respectivos de las entidades de la Republica.
-Un Consejo
Nacional extraordinario aprobara un documento de balance de la situación del
partido, de nuestra participación en las elecciones y el cual se nutrirá de un
proceso de análisis y reflexión que también se llevará a cabo en los estados,
en los municipios y entre la base militante. Este proceso nacional de reflexión
del partido lo conducirá el secretariado nacional y será este el responsable de
obtener las conclusiones que serán presentadas ante el Consejo Nacional.
-La comisión
Política, por mandato del próximo Consejo Nacional elaborará un documento
inmediato de diagnostico de la situación del País y de la alternativa que
presenta el PRD a la población. Este documento será un instrumento para salir
del internismo y para relanzar al PRD frente a la crítica situación del País.
-La misma
comisión política elaborara un documento de convocatoria a la construcción del
Bloque Patriótico democrático (del frente amplio de las izquierdas mexicanas y
de las los ciudadanos progresistas y de izquierda)
Para ello la
comisión política establecerá los contactos necesarios con partidos,
organizaciones políticas y sociales, ciudadanos que pudieran compartir este
propósito superior.
-Para
enfrentar las elecciones del 2013, la actual comisión política abordara la
elaboración de una estrategia general y de la específica de alianzas para cada
una de las entidades.
-El Consejo
Nacional aprobara el programa nacional de reafiliación y credencialización.
Atentamente
La
coordinación Nacional de Nueva Izquierda
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