Jesús Ortega Martínez
En el
periodismo, la crítica hacia la política le es consustancial. No podría
entenderse a un periodista profesional si éste no estuviera observando,
analizando y criticando a las y los políticos.
Por ello,
nadie debería alarmarse y menos sorprenderse ante eventos como el que se
presentó recientemente con la diputada Carpinteyro y que haya suscitado
un alud de críticas desde varios frentes periodísticos.
Pero pienso
que el análisis y la crítica hacia la política nacional, si no contempla
el análisis del periodismo que hace política y que lo hace con la misma
pasión con que lo realizan los políticos profesionales, será
incompleto.
Los
políticos, obviamente, enarbolan o defienden ideas, convicciones,
programas partidistas y, desde luego, intereses económicos y sociales
que se identifican con su orientación ideológica. Igualmente hay
políticos que, con el gafete de periodista, enarbolan y defienden ideas,
convicciones ideológicas, programas partidistas y, desde luego,
determinados intereses económicos y sociales.
Veamos que
en el tema de telecomunicaciones y específicamente en el asunto de cómo
definir quién es un agente económico preponderante, la posición política
del senador Javier Lozano, del Partido Acción Nacional, es diáfana en
la defensa de los monopolios en televisión o en telefonía y, en cierto
sentido, la claridad con que lo plantea se le agradece, pero quizá más
poderosa que la opinión del senador Lozano, es la de los
políticos-periodistas- políticos que actúan en, por ejemplo, el programa Tercer Grado de Televisa.
Es correcto,
opino, que los periodistas localicen y señalen a legisladores que
tienen o podrían tener “conflicto de interés” y, sin embargo, lo
deleznable del trabajo de algunos periodistas-políticos o
políticos-periodistas es que (por intereses económicos o políticos) se
resisten a señalar a tod@s los legislador@s que mantienen o pudieran
mantener conflictos de interés.
Raymundo
Riva Palacio hace bien en criticar el conflicto de interés en el que se
situó la diputada Purificación Carpinteyro, pero ¿qué opina Riva Palacio
de los conflictos de interés en que incurren los diputados Antonio
Cuéllar, del PVEM, exdirector jurídico de Televisa; el diputado Enrique
Cárdenas del PRI, accionista de la Organización Radiofónica Tamaulipeca;
el diputado Javier Orozco, del PVEM y exabogado general de Televisa?
O de la
senadora del PVEM, Ninfa Salinas; de la senadora Areli Gómez, del PRI, y
del senador Luis Armando Melgar, del PVEM, presidente de Fundación
Azteca en Chiapas.
Hay otros
más que son empleados, directivos de las empresas, pero también los hay
que son concesionarios del espectro del Estado para trasmitir por radio y
televisión.
¿Tienen
todos estos y otros más conflicto de interés? Evidentemente, pero para
algunos políticos-periodistas estos legisladores de la llamada
“telebancada” no son mencionados como parte de un claro conflicto de
interés.
¿Por qué
esto? Porque en lugar de informar con veracidad, algunos periodistas
prefieren defender los intereses de ciertas empresas involucradas en el
litigio político-legislativo-económico que implican las reformas a leyes
secundarias en materia de telecomunicaciones. Algunos, no lo
desconozco, lo harán defendiendo ideas, pero otros lo hacen defendiendo
simplemente los intereses de los monopolios.
Fue
necesario que la diputada Carpinteyro se excusara de participar en la
discusión en Telecom, pero ¿cuándo?, me pregunto, se excusarán Emilio
Gamboa, Antonio Cuéllar, Javier Orozco, Javier Lozano, Ninfa Salinas,
Areli Gómez y otros senadores y diputados que visiblemente “tienen
conflicto de interés”.
Dice
Raymundo Riva Palacio que excusarse de una discusión en donde hay
conflicto de interés es una norma establecida en el Reglamento General
del Congreso de la Unión. ¡Bien! Entonces muchos más legisladores deben
excusarse de intervenir en tal debate y votación.
Ojalá que
los periodistas más atendidos, más vistos y más escuchados actuaran con
profesionalismo y demandaran a los presidentes de los partidos en donde
se ha incrustado la “telebancada” que actúen en consecuencia, es decir,
que se excusen de participar en el debate de Telecom porque tienen
conflicto de interés.
Twitter: @jesusortegam
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