LIGA COMUNISTA “23
DE SEPTIEMBRE”
Sucedió el 17 de septiembre de 1973.
Ahí murió un tamaulipeco, Anselmo Herrera, originario
de Mante, agrónomo de la UAT.
Pero resultó ileso,
y luego sería capturado otro coterráneo, Elías Orozco Salazar, originario de
Comales, municipio de Camargo, y también agrónomo.
En los hechos
fallecieron cinco personas: Dos guerrilleros de la Liga Comunista 23 de
Septiembre; dos guardaespaldas y el empresario Eugenio Garza Sada.
El objetivo era
secuestrar al magnate de empresa para exigir una serie de publicaciones en la
prensa nacional, además de cinco millones de pesos de los de entonces.
Conjuntamente fueron
detenidas muchas otras personas, algunas inocentes, como el profesor Mónico
Rentería, cuya “acción” en la guerrilla fue únicamente de exploración en la
sierra de Durango, pero mucho tiempo atrás.
Orozco describe la
línea política de la Liga, la efímera vida de la misma, los participantes.
Habla de la
romántica vida del guerrillero, y de la equivocada política que siguió la Liga
para cambiar las estructuras sociales de México.
FUE INTENTO DE SECUESTRO; SE RESISTIERON
-¿Cuántas personas tomaron parte en la acción del 17
de septiembre?
-Además de nosotros
dos, -Miguel Torres Enríquez y yo-, participaron cuatro más, como ampliamente
se divulgó.
-Pero Eugenio Murió…
-Definitivamente no
era el propósito, se hizo todo lo posible porque no muriera. A nosotros nos
interesaba, para nuestros objetivos políticos, que estuviera vivo.
Una prueba de ello
es que, si hubiéramos deseado que muriera, le habríamos tendido una emboscada
simplemente bien protegidos a la vera del camino.
El hecho de que
hayan caído compañeros nuestros y que incluso el que era el médico del comando,
Miguel Torres, haya salido herido, demuestra bien claramente que fue un intento
se secuestro y que quedó definitivamente frustrada la acción.
Ante la actitud de
los guardaespaldas del señor, tuvimos también la muerte de dos de ellos.
-¿A qué organización pertenecían?
-Esta acción se hizo
bajo la dirección de la Liga Comunista 23 de septiembre. En esos días
desplegaba las acciones. Fue una de las más importantes con las que despegó y
bueno, el resultado ya se conoce: Comenzó a tambalearse la organización.
-Si el comando no hubiera fallado, ¿cuánto
pedirían de rescate?.
-Aparte del objetivo
político, la cuestión del dinero lo veíamos como una cosa secundaria. Ya de
estar en nuestras manos, íbamos a pedir cinco millones de pesos, que era como
quitarle un pelo a un gato, si se toma en cuenta la gran fortuna de esas
gentes.
Garza Sada fue
interceptado cuando se dirigía en su auto Galaxie 1968 a las oficinas de la
Cervecería Cuauhtémoc, en Monterrey, acompañado de sus guardias personales.
ERRORES COMETIDOS POR LOS GUERRILLEROS
Antes de inscribirse
en Agronomía Mante, Orozco anduvo en un constante peregrinar por el país para
poder estudiar y trabajar.
Hizo su preparatoria
en Saltillo.
-Fue ahí donde
agarré el interés definitivo de hacerme de una profesión universitaria.
Entonces se fue a
Monterrey a tratar de entrar a Economía pero no pudo, no le dieron oportunidad.
Se fue una vez más a
Coahuila, pero tampoco tuvo la oportunidad de estudiar en la Antonio Narro.
De ahí partió a
Distrito Federal, en busca de ingresar a la UNAM, y nada.
Así anduvo por
varias universidades hasta que llegó a Tampico y, en Mante, obtuvo ingreso a la
universidad. Acababa de empezar en sus funciones la facultad de agronomía.
De ahí se fue para
Monterrey, donde se enroló con el Movimiento Espartaquista Revolucionario, una
de las células que conformaron la Liga 23 de Septiembre.
-¿Fundador de la Liga?
-No se puede decir
que fundador, porque pertenecía a los Espartacos. Nosotros constituimos un
grupo urbano, principalmente, entonces fuimos los últimos en integrarnos a la
Liga.
Esta se fundó en
marzo del 73, y nosotros nos integramos en abril, o sea ya se habían integrado
varios grupos de los restos que habían quedado de la guerrilla de Arturo Gámiz,
que se fundó en el 63.
-El secuestro ¿fue preparado en Monterrey?.
-Para las acciones
era fundamental que quienes iban a participar, fueran los que planificaran,
hicieran el estudio de esa acción y la ejecutaran. Nadie de otras personas
debería saber su plan por temor a caer en manos de la policía.
-¿En qué estuvieron los errores del secuestro?
-Es complejo el
problema, hay ahí una serie de errores que son fruto de nuestra inexperiencia,
se puede decir. Entramos en un problema de subestimación de la capacidad de
defensa de la guardia personal.
Nosotros por
ejemplo, mira, en todas las acciones en que habíamos intervenido siempre fuimos
cuidadosos de que no hubiera policías muertos, porque implicaba más problemas.
Bueno, de por sí
tratábamos de evitar por la cuestión de la imagen romántica del guerrillero,
que solamente dispara cuando es necesario.
Entonces, en las
acciones en que yo participé, nunca hubo muertos, lo planificábamos de tal
manera que, cuando llegábamos, desarmábamos a los policías, que ni siquiera
tenían tiempo de echar mano a su pistola.
En este caso (el de
Garza Sada), yo creo que influyó un poco ese triunfalismo en nuestras cabezas.
Nos dijimos: Se van
a rendir, son hombres de armas. Y no fue así. Inmediatamente, en un parpadeo de
ojos, el chofer comenzó a disparar. Entonces nosotros, tuvimos que hacer lo
mismo.
SE ENFRENTAN A BALAZO LIMPIO
-Y, sobre el desarrollo de los hechos, ahí ¿que nos
puede decir?
-Que no se conozca,
creo que tres cosas secundarias. El hecho por ejemplo, de la campaña virulenta,
rabiosa de los periódicos, donde decían que nosotros habíamos levantado a
nuestros compañeros heridos y que los habíamos tirado atrás del panteón, pero
que uno lo habíamos ejecutado, lo habíamos matado. Es una cuestión
descabellada.
En primer lugar los
compañeros murieron fulminantemente. Los pescó a boca de jarro el chofer…Fue
uno de los errores que ahí se presentan…
Por ejemplo, cuando
los compañeros llegan, no habíamos previsto que se iban a defender los
guardaespaldas y que en caso de que se defendieran, iba a haber enfrentamiento.
Recuerdo que en el
plan inicial llegaron a la puerta del auto a sacar a Don Eugenio (los
compañeros muertos) y el chofer los ve, pero primero conmigo está peleando y no
me da ningún balazo, y yo sí le alcanzo a dar balazos a él.
Así, herido el
chofer, a los compañeros los “pesca”, porque Don Eugenio va a su derecha. Qué
tanta es la distancia del chofer hacia la portezuela del carro. Los compañeros
caen furtivamente.
Otro compañero,
Miguel, estaba parado enfrente y le da un balazo en sedal en el hombro
izquierdo. Edmundo Medina, bueno, él estaba detrás, pero tuvo que liquidar al
otro guardaespaldas.
-Entonces ¿quien disparó sobre Garza Sada?
-El problema es que
se da un cruzamiento de balazos que definitivamente yo, no se ni por donde. Se
dio una confusión. El chofer se trepaba arriba de Don Eugenio, metiéndolo para
abajo del tablero, pero ya estaba muy herido (el chofer) y aún así seguía
disparando, buscando a Edmundo Medina para tratar de matarlo.
Todos los agujeros
que tiene el carro (Galaxie) fueron hechos por él –el chofer- incluso estaba
una tarima en la esquina de esa cuadra (hielera de cervecería), que sufrió
innumerables impactos.
-¿Los del carro también?.
-Sí, porque Edmundo
Medina se agacha y al agacharse, con la portezuela, el chofer le está tirando a
lo ciego, al tanteo, a ver dónde le pega.
Todos esos agujeros
son hechos por él, en el momento ya de pérdida de coordinación…El hombre ya
estaba moribundo y seguía peleando.
Los compañeros que
recibieron los balazos, son dados por el chofer.
ELIAS “CAYO” EN EL ESTADO DE MEXICO
-¿Había participado
en otros hechos como activista?
-Sí, también en el…
-¿Con el propósito de agenciarse recursos?.
-Bueno, antes de
pertenecer a la Liga, nuestro grupo de Espartacos y otros compañeros,
actuábamos principalmente en Monterrey. Hicimos varios asaltos bancarios para
fondos. Varias expropiaciones mas bien.
Dentro de la Liga,
yo propiamente participé en dos acciones, porque fue muy corta mi participación
dentro de la misma. En abril entramos y en octubre ya estoy preso.
Entonces participé
en una expropiación del Banco Monterrey, de un millón de pesos, y esa de Garza
Sada.
-¿Cómo fue que cayó en manos de la policía?
-Yo caigo en
octubre, el seis de octubre de 1973, como unos 19 días después de la acción del
17 de septiembre.
Caí porque había una
reunión nacional de instructores de la Liga y en esa participo en México, ahí
en un lugar llamado Popo-Park, del municipio de Amecameca, Estado de México.
En esa ocasión, por
el hecho de que ahí había caído, o encontraron mejor dicho, el cuerpo del hijo
del embajador Gómez Gordoa, fue entonces que se “calentó” el lugar y la policía
llegó porque era un lugar público, una casa de campo, y empezaron a investigar.
Entonces nosotros no
percibimos con la suficiente rapidez la situación y que caímos en la sospecha
para los ojos de la policía, que nos cercó.
Ahí sucedió un
enfrentamiento con la policía. Éramos doce. La policía eran como 60, mas o
menos, de la Judicial del Distrito.
En los hechos es
donde muere el Comandante de ese cuerpo policíaco que iba encabezando, y
también dos compañeros nuestros. Yo fui capturado en ese sitio.
Todos los demás
compañeros salieron libres del lugar a pesar de que iban heridos o balaceados,
alcanzaron a salir.
YA NO USA PISTOLA; SOLO EN LA GUERRILLA
Orozco Salazar ya no
usa pistola. Fue diputado local por el PT y vive en ciudad Mante.
Estuvo preso por
espacio de siete años en el Penal del Too Chico, en Monterrey, donde se
desempeñó como sastre.
Después vivió en la
ciudad de México hasta que retornó a Mante.
Otro de sus
compañeros del frustrado secuestro fue Miguel Torres Enríquez, quien resultó
herido.
-El cayó a finales
del 73, o a principios del 74. Este compañero, a raíz de que la organización se
desintegró toda, él, como está fracturado y muy herido de una pierna, trata de
irse de México.
Entonces, llega a la
embajada francesa y la “toma”. Le dice al embajador que quiere asilarse y con
la pistola en la mano.
El caso es que de
que el embajador avisa a la policía que ahí estaba un guerrillero, con engaños
le dice que no se preocupe, que en esos momentos van a llegar unos
diplomáticos, que lo van a llevar al aeropuerto internacional.
Lo que pasa es que
llegan ahí efectivamente unas personas, gente bien vestida, de carácter,
elegantemente, y él cree que son funcionarios y cuando llegan allá, cuando
están bajando del carro, se da cuenta que no son funcionarios. El que va al
lado de él es Nassar Haro, el principal jefe antiguerrillero del país.
En el proceso 211-73
fueron enjuiciadas nueve personas.
-Pero responsables
directos somos el compañero Miguel Torres Enríquez y yo (Orozco Salazar), los
demás ni siquiera pertenecían a la militancia.
Pero todos salieron
en libertad mediante una amnistía acordada por el Presidente López Portillo.
-¿Por qué ese nombre? ¿por qué 23 de Septiembre?
-Fue la fecha en que
los guerrilleros de Arturo Gámiz, en 1965, asaltaron el cuartel de ciudad
Madera, Chihuahua, hecho que les costaría la vida a 17 jovencitos.
En realidad la Liga
comunista 23 de septiembre sólo duró pocos meses, más de un año, en sus
actividades como organización.
La formaron las diferentes tendencias en marzo del 73′
y para abril de 1974 uno de sus máximos jerarcas, Ignacio Salas Obregón, la
declara disuelta. Pero ¿Cuántos delitos se cometieron a nombre de ella?
Elías Orozco Salazar
manifiesta que varios presuntos “guerrilleros” resultaron ser viles delincuentes
o miembros paramilitares, aunque la policía siempre afirmaba antes de saberlo:
¡Fueron los de la Liga! ¡Fueron los de la liga!.
-Si estaban
integrados en un Comité, como dice ¿tenían alguna declaración de principios o
algún reglamento?.
-Bueno, la Liga no
había alcanzado a llegar a ese nivel de organización. Apenas se esforzaban en
el programa mínimo que determinaba la política general.
Por las formas de
trabajo, por la clandestinidad, todavía no tiene los aspectos formales que los
organismos de masas tienen. Pero sí, sí tenía una cuestión en cuanto a
declaración de principios y se tenía un programa mínimo general. Todavía no
existía eso, pero en cuanto a lo demás, por el grado de desarrollo político de
sus militantes, muchas cosas se sobrentendían en cuanto a la disciplina, la
militancia.
- ¿Y siguieron juntos después de los hechos?.
- No, no seguimos
juntos. Cada quien se separaba a su trabajo. El comando por ejemplo, el que
participamos, (ya que estábamos juntos), fue un periodo bastante corto.
Después, cuando cae Miguel, es cuando ya se había dado el “desgranamiento de la
mazorca”, cada quien ganó por su lado y quedaron por ahí unos cuantos reductos
de la guerrilla que fueron los de la “Brigada Roja” –unos cuantos–, la gente de
por allá de Guadalajara.
No fueron más que
reductos.
UN COMPAÑERO TRITURADO
-De los compañeros
con quien usted convivió en aquel tiempo, ¿Desertaron? ¿Cayeron en manos de la
policía?.
-De todos los
compañeros que participaron en aquella acción muchos quedaron prófugos, otros
murieron en enfrentamientos. Uno que se llama Jesús Piedra Ibarra, también es
desaparecido y otro que antes había sido nuestro dirigente de grupo, cuando nos
fusionamos con la Liga, para formar parte de la dirección de la misma.
Pero en otra parte,
en otra región, ese compañero, que se llamó Salvador Corral García, fue
asesinado por la policía política. Nosotros pensamos que fue venganza, una
especie de “ritual sangriento” que hace la policía y se lo “brinda” a la
familia Garza Sada cuando lo tiran ahí enfrente del domicilio en la colonia Las
Fuentes, creo que así se llamaba.
Ese compañero fue
triturado, tenía la cabeza quebrada, la nariz fracturada.
Cuando lo entregan a
su familia, haz de cuenta que levantan un costal de fichas. Lo mataron en la
tortura y vinieron y lo tiraron enfrente, y lo hicieron aparecer como
“ejecución” interna de la Liga.
CUARTEL MADERA, PRIMER FRACASO
La poca experiencia
política y desconocimiento filosófico, llevó a decir a los fundadores de la
Liga Comunista que Lenin ya estaba “chocheando” cuando escribió su libro “La
Enfermedad Infantil”.
De los ataques a la
teoría marxista y a la Unión Soviética, daba cuenta la entonces editaba revista
“Madera” (en recuerdo al cuartel Madera, primer fracaso de la guerrilla
mexicana).
En su tiempo los
guerrilleros publicaron también el libro ‘Orígenes y Naufragio de la Liga
Comunista 23 de Septiembre”, donde planteaban su tesis política (que
consideraban valedera) y que más tarde reconocieron como fracaso.
Mientras tanto, en
el expediente 211-73 fueron procesadas muchas personas inocentes.
En sus comentarios
al reportero había hecho saber de las torturas a que fue sometido luego de su
detención y traslado al penal de Monterrey desde el estado de México.
El, al igual que
Mónico Rentería, aquel maestro rural que fue sacado del aula en el estado de
Durango, fueron reclamados por Amnistía Internacional en Europa.
Continúan aquí las
palabras de Orozco Salazar.
-Madera la comenzó a
editar precisamente la Liga. Comenzaron a editar desde principios, o mejor
dicho desde mediados del 73. Uno de los compañeros que participaron en la
edición de esa revista, de ese periodo, los números uno, dos y tres, creo que
hasta el cuatro, fue Gustavo Hirales.
El estuvo y participó
muy activamente en la fundación de la Liga. Es uno de los fundadores.
-En la revista
atacaban a Lenin, o sea el leninismo, entonces ¿Cuál era la doctrina de la
Liga?
-Mira, dentro de la
concepción izquierdista que en ese tiempo había -solamente para ilustrarte-,
muchas aportaciones sobre cómo se expresaba en algunas partes nuestro
conocimiento del marxismo, del marxismo propiamente como teoría revolucionaria,
como instrumento de conocimientos.
Se decía por ejemplo
del libro La Enfermedad Infantil, de Lenin, que ya estaba viejo. De los
fundadores de la Liga se llegó a decir eso, por parte de ellos, y que eran los
más desarrollados teóricamente.
En el proceso por el
“Caso Garza Sada” fueron enjuiciados nueve elementos, pero de ellos solo
participaron dos: Enríquez y Elías. Los demás ni siquiera eran militantes, pero
fueron torturados cruelmente por las policías.
-Involucraron a
compañeros que efectivamente militaron en organizaciones políticas guerrilleras
anteriores a la Liga, porque la Liga es fruto de la fusión de diferentes
organizaciones armadas, grupos armados urbanos y rurales que venían surgiendo
en el país, pero esos compañeros ya estaban retirados.
En el periodo de la
Liga es otra la organización de la tendencia armada en el país. Esos compañeros,
por ejemplo Mónico, se había retirado desde junio de 1970 (de la lucha armada).
Claro que era un compañero que tenía más visión política; ve las perspectivas y
se dio cuenta que no hay ninguna para la lucha armada.
Se había retirado a
tiempo sin disparar un solo tiro.
Fuente: janambre.com.mx
No hay comentarios:
Publicar un comentario